Como Cozumel casi fue una colonia de Texas

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En 1836, los rebeldes de la provincia Mexicana de Texas triunfo sobre el General López de Santa Ana en la Batalla de San Jacinto (hoy Houston) y declaro su independencia de México. Santa Ana fue tomado prisionero después de la batalla y bajo presión de los Tejanos, firmó un pacto de paz con la nueva Republica de Texas. Cuando dejaron a Santa Ana en libertad, regresó a México e inmediatamente negó el acuerdo. En vez de respetar el pacto de paz, mando su armada a la costa de Texas para hacer un bloqueo de los puertos. Pero, la armada de Texas estaba en el puerto de Nueva Orleans y escapó al bloqueo. Luego, en 1837, dos de estos barcos Tejanos, las goletas de guerra Brutus (dirigido por el Capitán James Boylan), e Invencible (dirigido por el Comandante Henry Livingston Thompson) llegaron a Yucatán y bombardearon algunos puertos y mandaron sus soldados a tierra firme a pedir su rendimiento formal. El 13 de Julio de 1837, los dos barcos llegaron a Cozumel. Luego, el Comandante Thompson del Invencible envió un mensaje al gobierno Tejano en Galveston declarando: “Encontramos la Isla de Cozumel como uno de los sitios más deseables en todo el círculo de mis viajes. Inmediatamente después de echar el ancla, fuimos a tierra y tomamos posesión de la isla con un saludo de 23 armas y con una bienvenida cordial por los habitantes en el litoral. Reviso la Isla y todavía se hicieron más encaprichados por su situación encantadora y el viento salubre que sopla sin el cese. Este se unió con la rada hermosa y fondeadero y la mejor tierra que produce la clase más fina de madera y aquella de una variedad me induce a pensar, no sólo pensar, pero estoy bien convencido, que esto será una de las mayores adquisiciones a nuestro querido país que el Almirante en lo alto podría habernos otorgado. Levanté la Estrella Bandera a la altura de cuarenta y cinco pies con aclamaciones tanto de los habitantes de la Isla, como nuestro pequeño grupo patriótico, las tripulaciones de nuestros dos buques. Entonces llenamos nuestros barriles de agua e hicimos vela pasando la Isla de Mujeres.”

Arriba: Copia del reporte de Comandante Thompson.

Recuérdese, esto era el año 1837. Más de diez años antes de la llegada de los “Repobladores” a la isla. ¡Aparece que los habitantes de Cozumel en aquel día no tienen nada contra la idea de ser Tejanos! ¿Porque nadie ha escuchado algo sobre éste evento? Porque cuando el reporte de este hecho llegó al Presidente de la Republica de Texas, él se enojó. Él sabía que Yucatán estaba en rebelión contra México y durante este tiempo, las órdenes de la flota eran solo a perseguir a barcos Mexicanos, no hacer expediciones putativas en tierra firme. El Presidente de Texas se encontraba negociando en secreto con los lideres del gobierno de Yucatán para ayudarlos en su lucha para independizarse de la República Mexicana, y con esto se posibilitaba abrir dos frentes de combate contra Santa Ana. Este acto de los barcos de guerra Tejanos podía perjudicar sus esfuerzos para negociar una alianza. Cuando el Comandante Thompson regreso a Texas, el Presidente emitió una orden que indicaba tanto su encarcelamiento como la pérdida de su rango militar, y que el intento de posesión de Cozumel fuera anulado. Mas tarde, cuando la goleta Brutus volvió a Galveston el 26 de agosto de 1837, el Capitán Boylan relató sobre su conocimiento respecto a la isla de Cozumel a su hermano Masónico, George Fisher.

Arriba: Capitan George Fisher del Ejercito de la Republica de Texas.

Fisher era un hombre de Hungría que peleó en la guerra contra los Turcos Otomanes. En 1806, inmigro a EEUU. En 1814, se casó, y consiguió su pasaporte Americano. En 1826, se mudo a México, consiguió su pasaporte Mexicano, y después de un periodo en el que trabajó en la Ciudad de México para el periódico el Correo del Atlántico, ganó una cesión de tierra en la provincia Mexicana de Texas. En 1830, Fisher fue nombrado a la Aduana del Galveston por el gobierno Mexicano. En 1832, se mudó a Matamoros y fundó el periódico, el Mercurio del Puerto de Matamoros, pero cuando publicó artículos criticando a Santa Ana, Fisher fue expulsado de México en 1835. Entonces, Fisher se mudó a Nueva Orleans y junto con el General José Antonio Mejía, Coronel Martin Peraza, y Mr. George Robinson, el ex-cónsul Americano de Tampico, y 150 voluntarios más, se organizan para levantar la “Expedición Tampico,” un intento de un grupo de mexicanos y Tejanos para invadir a México y deponer a Santa Ana. La expedición llegó a Tampico en Noviembre de 1835, pero fue un fracaso. Al quedarse sin municiones tuvo que regresar a Nueva Orleans, pero Fisher hizo algunos buenos contactos durante este tiempo. Después, cuando el Capitán Boyan relató su impresión de Cozumel a Fisher en 1837, Fisher comenzó a calcular un plan para comprar Cozumel al gobierno de Yucatán usando estos contactos.

El Cónsul británico en Galveston, William Kennedy, había tomado nota del esquema de Fisher. Kennedy mantuvo una red de espías y periódicamente mando informes secretos al Lord Aberdeen en Londres, sobre los movimientos de la armada Tejana y los proyectos de este gobierno. En uno de estos mensajes secretos, Kennedy describió un plan de George Fisher, el Sr. George R. Robinson, el Comodoro Tejano Edwin Moore, y varios otros socios que expresaban su interés de comprar Cozumel por 100,000 dólares. El plan original se derrumbó, pero en 1841, Fisher junto con unos compañeros más, y contando con el apoyo del Presidente Tejano Sam Houston, hizo una segunda tentativa, esta vez con la ayuda del Coronel Martin Peraza, quien volvía a Austin como un enviado especial de Yucatán para negociar con el Gobierno Tejano para que la armada Tejana viniera a Yucatán y protegiera la costa de una invasión de parte del General Santa Ana.

En su mensaje a Aberdeen, Kennedy reporto que el Coronel Martin Peraza estaba listo para ayudar a Fisher con este plan. Kennedy también escribió en el mensaje que el 14 de octubre de 1841, Fisher formó una compañía en Galveston para aprovechar una nueva legislación promulgada por el gobierno de Yucatán el 5 de abril de 1841. Esta nueva ley permitió que la tierra baldía en Yucatán fuera vendida por el gobierno. Ahora, la compañía de Fisher estaba lista para comprar la isla bajo las provisiones de esta ley.

Fisher salió para Mérida con un anticipo en efectivo y autorización de su compañía para comprar dos leguas cuadradas (aproximadamente 3,600 hectáreas) de la isla. Llegando al Sisal en 1841 abordo de la goleta de guerra Tejana el San Antonio, Fisher viajo a Mérida donde él consiguió el permiso del Gobernador Pro Tempore Barbachano para medir y poner aparte seis leguas cuadradas de la isla (más de 10,000 hectáreas), y después fue a Cozumel y erigió cruces como mojones para marcar sus terrenos. Fisher entonces mando una carta a sus socios, declarando que “de vez en cuando, podríamos adquirir gradualmente la isla entera, pero no inmediatamente, a fin de evitar la sospecha.”

Cuando los viajeros John Lloyd Stephens y Frederick Catherwood visitaron Mérida en 1841, encontraron a Fisher allá, y él les contó los detalles de su proyecto. Luego, navegando a la isla, Stephens y Catherwood se quedaron en el rancho viejo de San Miguel, recientemente abandonado por Vicente Albino (quien había comprado el rancho de su amigo Miguel Molas en 1830). Allí, reportaron que vieron los perros abandonado por Albino y las cruces que Fisher había erigido para marcar de sus terrenos.

Pero, la compra de Cozumel nunca fue finalizada. El banco en Nueva Orleans que tenía el dinero de la compañía de Fisher cayó en bancarrota antes de que los fondos pudieran ser transferidos. Fisher dejó de perseguir la compra de Cozumel y se dedicó a otros proyectos, pero algunos de sus socios anteriores de Texas, todavía tenían en sus ojos la Isla de las Golondrinas, como el Presidente Tejano Sam Houston; pero esto es otra historia…